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TÉCNICAS DE LECTURA PARA AYUDAR A NIÑOS CON DISLEXIA

Para un niño con dislexia la lectura puede ser muy frustrante, tanto como para disuadirle de continuar intentando leer bien. Para fomentar la lectura en estos casos se debe estimular al niño de forma positiva, haciéndole ver que lo que le ocurre es una dificultad que se puede superar con esfuerzo y con el apoyo adecuado.

Empezar muy despacio:

Para ayudar al niño con dislexia se debe tener mucha paciencia y trabajar en conjunto con un profesor de apoyo especialista en tratar este tipo de dificultades de aprendizaje que indique a los padres los ejercicios que deberán practicar en casa, como refuerzo a las técnicas que el profesor les enseña en clase.

Una forma de motivar al niño a la hora de practicar en casa es pedirle que nos cuente lo que le ha enseñado el profesor y cuáles han sido sus avances. Por pequeños que sean, para ellos serán grandes logros, por lo que debemos reconocerlos como tal y mostrarnos entusiasmados con sus avances.

 

De este modo tendrán más disposición para seguir esforzándose, pues verán que el trabajo que realizan da frutos y los ayuda a mejorar además que verán que su entorno familiar se interesa por sus progresos en la escuela, ésto le hará sentir importante. Algunas de las técnicas que pueden ayudar al niño con dislexia son:

  • Leer deletreando:

Podemos trabajar con él pidiéndole que se concentre en cada letra de una palabra y que la deletree. De esta forma deberá concentrarse en cada una de las letras y no en la imagen automática que se forma en su cabeza al ver la palabra como un conjunto. Una vez que haya deletreado la palabra nosotros la leemos entera y le pedimos que repita después de nosotros. De esta forma irá poco a poco reconociendo mejor la grafía de las palabras a medida que lee.

  • Leer sílabas complejas:

Otra técnica para estimular la fluidez de la lectura es la lectura de sílabas complejas, de tres o cuatro letras. Se puede crear un juego en el que el niño deba leer las sílabas lo más rápido que pueda intentando equivocarse la menor cantidad de veces posible. Poco a poco irá reduciendo el tiempo de lectura y los errores cometidos y podrá comparar sus tiempos a meses vista y ver sus progresos.

Con las sílabas complejas también se puede pedir al niño que escuche atentamente mientras nosotros las leemos y que detecte las sílabas que no pronunciamos correctamente. De esta forma se estimula su concentración.

A medida que mejore, las sílabas se pueden sustituir por palabras que vayan ganando en complejidad a medida que el niño progresa.

 

  • Comprender un texto simple:

Para estimular la comprensión lectora se puede pedir al niño que lea un pequeño fragmento y tras tres o cuatro lecturas, alguna de ellas en voz alta, se le pide que nos explique con sus propias palabras qué quiere decir lo que acaba de leer.

Este ejercicio se puede empezar con frases cortas y a medida que el niño avanza, aumentar la longitud y complejidad de lo que lee.

  • Jugar a los cuentacuentos:

Para que el niño aprenda a entonar correctamente las frases se puede trabajar con él leyendo textos de diversa complejidad, en función de la capacidad del niño, exagerando las entonaciones, como si se estuviera actuando en un teatro. Luego de leer el texto nosotros, el niño deberá repetirlo imitándonos.

Esto, además de ser un juego que puede resultar muy divertido ayuda al niño a comprender cómo se pronuncian las frases dentro del texto y mejora su habilidad para leer en voz alta.

 

Un texto muy simple para jugar a cuentacuentos y para leer con él un texto simple es el cuento Un patio en el centro del universo. Podemos reproducir los temas. Éste es un libro que habla del apoyo de los padres con los hijos, ya que retrata una relación mágica entre varias generaciones de una misma familia. Predomina la imagen y el texto es muy corto, sirve para leer con el niño el texto

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